sábado, marzo 8

Reclutar prospectos es oficio atractivo para buscatalentos


Interesante articulo de natanael perez para diario libre.

A Lucas García le han llovido jugosas ofertas de empleo de organizaciones de Grandes Ligas para trabajar como instructor de lanzadores. Pero ninguna ha sido tan atractivas como para que este fornido ex jugador que no llegó más allá del béisbol doble AA del Distrito Nacional abandone el oficio que lo ha convertido en uno de los buscatalentos más conocidos de América Latina.

Montado en su yipeta Mitsubishi Montero del año 2004, cargada de pelotas, bates y guantes, García atiende decenas de llamadas locales e internacionales que entran a su móvil solicitando perfiles de los jugadores que tiene en su campamento.

En un rincón del play número uno del Centro Olímpico, García opera LG Academia, un programa de béisbol del que en cuatro años han firmado a 84 peloteros para el béisbol mayor, 33 de ellos ahora en los circuitos minoritarios de Estados Unidos.

En el ambiente del béisbol, "Lucas y Chaca (como apodan a Andrés Martínez, con quien García trabajó hasta hace poco) goza del prestigio de ser uno de los programas más solicitado por los "scouts" "ya que aquí siempre encuentran lo que andan buscando".

Con bonos que han oscilado entre US$2 mil y US$150 mil, cada uno de estos jugadores firmados han entregado entre el 15 y el 30 por ciento de sus bonos al programa que los ha preparado con facilidades que van desde utilería de primera calidad hasta hospedaje en los casos que ameritan, pasando por alimentación, proteína y pasajes.

Y el "pez más gordo" podría ser pescado en la primera semana de julio cuando una organización que prefirió reservar su nombre entregue un bono de US$1 millón a un lanzador que ya tiene protegido.

"Cuando empezamos salíamos a buscar a los muchachos, pero gracias a la fama que hemos ganado a diario nos traen jóvenes de todo el país", dijo García. "Si entendemos que tiene condiciones lo dejamos, sino no perdemos tiempo.
Hay muchacho de 20 años que tenían cuatro años en otros programas y en nuestras manos no han pasado dos meses para ser firmado". Y es que ninguna otra actividad o profesión en el país le entregó en 2007 los RD$2,162,490 que pusieron los equipos de Grandes Ligas en manos de los 522 prospectos firmados en ese año. De ahí que cada vez más padres entreguen a sus hijos hasta a los 13 años a buscatalentos como García, cuyo equipo de trabajo evalúan el potencial. En el país funcionan más de 1,500 programas como éste.

El total invertido por los equipos en el fichaje de jugadores alcanzó US$34,206,700, que al cambio promedio del Banco Central (RD$33.00) son RD$1,128,821.

La falta de estadios para trabajar y la alta demanda de lanzadores hace que los programas den prioridad a los pitchers por encima de los jugadores de posición.

En el Centro Olímpico, donde hay tres parques de béisbol, la cantidad de jugadores que a diario llegan en busca de probar suerte tienen que trabajar amontonados.

"La competencia por conseguir al mejor talento es cada vez más agresiva. Hay muchachos que uno a los 13 años les ve el potencial que tiene y decide traerlo y mantenerlo por tres años", dijo García. Ángel Villalona, quien firmó en 2006 por US$2.2 millones cuando cumplió 16 años, fue reclutado cuando tenía 11 y su agente se ganó US$630 mil.

Contratos
En Estados Unidos los jugadores también firman pactos con agentes que perciben entre el 3 y el 5% del bono, pero en la Unión Americana los representantes no tienen que hacer las inversiones que hacen los dominicanos, ya que los jugadores salen del circuito universitario. En caso de no tener agente, el padre es el responsable de la firma.

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