
El jugador se mostró sorprendido por la situación existente, pues a sus 31 años recuerda cuando correteaba las gallinas en el patio de la casa de su abuela Modesta, asistía al play a jugar béisbol, o cuando no quería asistir a la escuela el primer día de clases y su madre Andrea tuvo que someterlo a la obediencia con una correa.

“Lo único positivo de esta situación es que me han hecho recordar mi etapa de niño cuando era muy travieso y he observado fotografías que tenía mucho tiempo que no veía”, expuso el jugador de los Cachorros, mientras reía a carcajadas al presenciar una foto en que vestía una camisa de ramos, que era la moda de la época.
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