Se almo un tremendo lio en el metro de leonel

SANTO DOMINGO. La Oficina para el Reordenamiento del Transporte (OPRET) suspendió ayer las operaciones del metro de Santo Domingo, abiertas al público desde el pasado miércoles, porque la masiva afluencia de personas desbordó la capacidad del organismo para controlar el acceso a sus instalaciones y preservar los bienes y la integridad de los eufóricos usuarios.
La medida sorprendió a la ciudadanía porque desde que el presidente Leonel Fernández hizo el primer recorrido en el tren, tras concluir su discurso de rendición de cuentas ante la Asamblea Nacional el pasado 27 de febrero, el asunto del metro se había convertido en el principal tema de campaña para catapultar las aspiraciones reeleccionistas del candidato del Partido de la Liberación Dominicana y presidente de la República.

Consultado sobre las razones para suspender el acceso al público al metro, Leonel Carrasco, subdirector de la OPRET, argumentó que al organismo "se le sobrepasó las expectativas de afluencia de personas, que eufóricas y entusiasmadas querían ver el tren".
Afirmó que esta situación aconsejó cesar los viajes, para dentro de varios días volver con más comedimiento y racionalidad, entregándoles tickets a segmentos poblaciones como estudiantes y a las personas procedentes de las provincias.

"Las expectativas que teníamos nos sobrepasaron de gran manera, por eso fue que tuvimos que parar en el día de hoy", expresó.

Leonel Carrasco aseguró que en los próximos días el director de la OPRET, Diandino Peña, volverá a darle apertura a los paseos en el metro, para que el pueblo pueda disfrutarlo y conocerlo.

Niega destrozos
El subdirector de la OPRET negó rumores que circularon en la mañana del viernes, que atribuían el cierre de las actividades a la destrucción de varias áreas del metro, por los desórdenes provocados por la multitud.

"El metro y los vagones están intactos, las vías y las estaciones están correctas", puntualizó.
No obstante, consideró que algunos "empujoncitos" han aflojado algunas puertas, lo que calificó como una "pecata minuta", comparado con el éxito de la convocatoria, que atrajo a la gente a ver algo que es de su propiedad