
Santo Domingo. Los jóvenes de Cristo Rey que la semana pasada entregaron sus armas a la Policía no lo hicieron por inspiración propia. Detrás del gesto, hubo una intensa labor de convencimiento que duró alrededor de un mes y que tuvo como actores a otros jóvenes del sector.
Uno de ellos fue Raúl Caba, un comerciante del barrio “El Bronx” que se dedica al negocio de la bancas de lotería y a quien los muchachos apodan “El comandante”, debido a que generalmente les ayuda cuando están en problemas.
“Se me ocurrió porque yo sabía de alguien que tenía una ametralladora Uzi. Y me dije: un hijo mío cruzando por la calle y que venga una persona y me le quite la vida…”, narra Caba.
En la tarea se involucraron además, otros jóvenes del “El Bronx” que han estado en el delito y que ahora reorientan su vida en la sociedad. Ellos ayudaron a contactar a los muchachos para que entregaran sus pertrechos a cambio de su tranquilidad y la del barrio.
Caba reconoce que no fue fácil. Algunos se resistían a entregarlas argumentando que “con eso es que se ganan la vida”.
Entonces les dio una opción de sustento empleando a las esposas de algunos en las bancas de lotería que posee mientras aparece otra cosa. La proyección es darles la oportunidad de que aprendan algún oficio y seguir recopilando armas. El vocero de la Policía, Ramón Francisco Rodríguez, valoró la iniciativa e invitó a otros barrios a emularla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario